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b) Anemia
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c) Diabetes
De todas estas graves enfermedades es la diabetes de tipo 2 (que normalmente
se desarrolla en la edad adulta y está
asociada al sobrepeso) o la
diabetes
mellitus no insulinodependiente, la que está más ligada a la obesidad y
el exceso
de peso. De hecho el riesgo de desarrollar una diabetes de tipo 2
aumenta con un IMC (Índice de Masa
Corporal) que esté bastante por debajo del límite de la
obesidad (IMC de 30). La probabilidad de que las mujeres
obesas desarrollen una
diabetes de tipo 2 es
12
veces mayor que en mujeres con un peso saludable. El riesgo de padecer este tipo de diabetes aumenta conforme el IMC sea más alto,
especialmente en las personas con
antecedentes familiares
de
diabetes, y disminuye si
se pierde peso.
d) Anorexia
Es un trastorno de conducta alimentaria, de origen emocional que
se caracteriza por
el temor
obsesivo a subir de peso, delgadez extrema y distorsión de la imagen corporal. Expresan que no tienen apetito de tal manera que reducen en forma extrema la ingestión de alimentos.
e) Bulimia
También tienen la obsesión de querer estar delgados y a diferencia de la anorexia, si consumen grandes cantidades de alimentos de manera
compulsiva e
incontrolable. Después de comer surge un sentimiento de culpa, por
lo que se provocan vómitos y toman laxantes.
f) Hipervitaminosis
Es un trastorno en el que se consumen vitaminas por encima de la capacidad del organismo de aprovecharlas, almacenarlas o excretarlas, como suele ocurrir a las
personas que ingieren en exceso complementos alimenticios. Esta
ingesta puede
ocasionar diversos problemas fisiológicos, por
citar ejemplos, el exceso de vitamina
“D” puede generar perdida de apetito, daño renal e
hipertensión, el exceso de vitamina “A” puede generar perdida de cabello vomito, cefalea, hepatoesplenomegalia e incluso la muerte.
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